viernes, 4 de septiembre de 2009

Puede ser que tengas razón. Muchas veces creí que mis pensamientos eran muy egoístas. Quizás lo que Dios me pide es que deje de pensar tanto en mí y piensa más en los otros. También podría pedirme que tuviera más confianza en mis semejantes. En cuanto a lo material nunca tuve mucho y en realidad no me interesa tener demasiado, sólo lo suficiente como para poder vivir de manera tranquila pero sin excesos.

Me gustaría compartir con vos algunas reflexiones de Giordano Bruno. Se poco sobre este filósofo y creo que teólogo. Sólo se que era italiano y murió quemado por la Inquisición en el Campi dei Fiori alrededor del 1660, tendría que corroborar las fechas. Lo que me encanta acerca de Bruno es su visión panteísta del mundo, es decir, Dios está en todos lados y en todas las cosas que existen. Todas lo representan y contienen en sí el germen de la divinidad. De todas maneras este finde voy a releer lo que tengo en casa acerca de Giordano Bruno y volveré con información nueva y posiblemente corregida. Un dato pintoresco: esta visión panteísta la podemos encontrar también en el capítulo del Ulises de Joyce titulado "Circe". También podríamos comentarlo, no?

En fin, me fui por las ramas como siempre. Sin embargo me gustaría acotar que cuando uno no cree y el cinismo se adueña de la mirada que uno tiene del mundo, ser testigo de un acto de fe y/o de un milagro -bien podría ser una red llena de peces- te quema de vergüenza y desconcierto por dentro. Porque uno no sólo fue testigo de la grandeza de lo inexplicable plasmado en algo quizás muy simple, sino de la minúscula presencia que constituímos en un mundo que creemos nuestro.