jueves, 23 de agosto de 2012

Hölderlin

Dios se oculta del hombre para que el hombre sea.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Me he quedado sin contribuyente?

¿Qué pasó, amiga Ro? El silencio te envuelve los pasos, ¿pero por qué?

domingo, 15 de noviembre de 2009

El mundo escondido

Me gusta pensar que en todo lo que existe, hay una cierta opacidad que oculta lo más bello, un velo translúcido que deja cada tanto vislumbrar una realidad más mágica, y que ciertas personas aprenden a levantar ese velo, tranformándose así en los guardianes de un mundo escondido.

sábado, 24 de octubre de 2009

Unas palabras de García Morente

... hay muchas clases de saber: hay el saber que tenemos todos, sin haber aprendido ni reflexionado sobre nada; y hay otro saber, que es el que adquirimos cuando lo buscamos. Hay un saber, pues, que tenemos sin haberlo buscado, que encontramos sin haberlo buscado, como Pascal encontraba a Dios, sin buscarlo; pero hay otro saber que no tenemos nada más que si lo buscamos y que, si no lo buscamos, no lo tenemos.

jueves, 22 de octubre de 2009

Podremos ampliar la temática?

Andre,
te parece si posteamos cosas que nos interesen a ambas en general y que no sólo nos refiramos a la religión en particular?

Creo que arrugaste...

Aquí va la propuesta:
Se es artista cuando uno participa activamente de alguna expresión artística -pintura, música, escritura, escultura, teatro, etc.- o también se puede ser una clase de "artista" pasivo, es decir, contemplativo?

Perdón si intercalo mis respuestas de este modo, pero lo cierto es que me resulta más fácil responderte así. No creo que el artista contemplativo - pasivo exista, ni sea siquiera posible su existencia. Arte viene de "hacer". Mis estudios filosóficos están un tanto oxidados a esta altura, y el CBC no ayuda, pero dejame que resucite aquellos conocimientos más básicos para explicarte este punto. Aristoteles sostiene que el conocimiento tiene 5 niveles, comenzando por el más básico que es la empeiría o experiencia. De allí vamos "subiendo" hacia el mayor grado de abstracción posible en el conocimiento, que lo representa la filosofía o metafísica. Pero antes, en el grado de las ciencias, o un escalón por debajo, ya ni me acuerdo, está el arte. El arte es una forma de conocimiento, e involucra un hacer. Las bellas artes son aquellos "haceres" conectados con la belleza de un modo más absoluto, su fin es la belleza. Es más, Santo Tomás, re-interpretador de Aristóteles, dice que la belleza es una de las propiedades del ente, junto con verdad, bien, unidad, etc. (Me vienen los nombres en latin a la cabeza, pero los reprimí). Es una forma de conocimiento porque conecta al sujeto con un objeto, aunque se diferencia del conocimiento teórico en que éste se agota en si mismo, mientras que el arte está orientado a dirigir la acción. La moral podría ser un arte, interpretado de este modo. El conocimiento de las bellas artes implicaría la búsqueda de la belleza para su recreación o reinterpretación, es un conocimiento orientado a dirigir la acción del artista, para la producción de una obra artística, o de belleza, según Aristóteles/ Santo Tomás. Si recuerdo bien.

Quien contempla, no hace nada externo a sí mismo, y el arte - o las bellas artes- tiene como fin la creación de una obra externa, aunque no ex-nihilo, puesto que eso está reservado a Dios.

Me explico, quizás no se haga nada, no se "cree" o recree ninguna realidad o fantasía; sin embargo la sensibilidad para percibir esa interpretación del mundo o de los mundos posibles constituya una suerte de arte en sí mismo, un "meta-arte".

La sensibilidad es necesaria para quien recibe o contempla la obra de arte, pero no puede ser considerada una suerte de arte en sí mismo. Aunque tendríamos que definir a qué llamamos sensibilidad, concretamente. Pero si vamos a hablar como en un café, y sensibilidad es una especie de apertura de parte de quien contempla, una suerte de recepción desprejuiciada y de gusto por lo bello o atracción por lo sublime, te diré que no es un meta-arte. Ni siquiera debe ser un requisito para ser artista, puesto que muchos artistas antes que expresar esa "sensibilidad", piensan su profesión como un compromiso social, y sus obras son más bien una expresión de su ideología y no de una sensibilidad que tal vez no poseen. Tal vez piensan criterios de belleza y conforman sus obras a estos criterios, de un modo cerebral. Claro que también existen artistas que no ven a sus obras como producto de una búsqueda intelectual sino como una expresión de sí mismos, y una búsqueda de plasmar aquello sublime que han intuido o experimentado.

Yo he experimentado la sensación de lo sublime frente a ciertas obras de arte que me han dejado sin aliento, y sin embargo, no me atrevería a denominar eso como meta-arte, ni como arte. Pero no me caben dudas de que cuando un artista logra una obra de esas características, ha hecho un bien para la humanidad y gracias a él, el mundo se ha hecho un lugar más digno de ser vivido.

La cuestión interesante para ahondar en este tópico es el por qué de la no-creación de alguna manifestación del arte. Se debe a una auto-represión? A un sentimiento de inferioridad? De impotencia? Al desinterés? A todo esto quizás?

No sé a qué te referís con esto. A menos que te refieras a vos misma y a tu propia "no-creación", como la llamás. Hay gente que no está hecha para ser artista, así como hay gente que no está hecha para ser matemático o ingeniero o filósofo o político o maestro. Y no es que queriendo vas a poder, porque si no tenés los talentos para ello, es estéril que te dediques a eso. Estarías malgastando tu tiempo y los talentos que sí tenés, si pretendés dedicarte a algo para lo que no fuiste llamado a hacer.

De todos modos hay una pregunta más que me da vueltas en esta cabeza llena de nubes, se puede apreciar la esencia de lo artístico sin haber pasado por la experiencia -el fuego original- de la creación?

Sí, se puede, del mismo modo en que uno puede entender la matemática sin ser matemático. La esencia de lo artístico, si con ello te referís a lo sublime, es algo que cualquiera reconoce, del mismo modo que cualquiera reconoce la mentira y la injusticia. La belleza es evidente. No necesita explicaciones. Pero sí existen parámetros sociales de belleza, existen instrucciones sobre lo que es bello y lo que no, y he ahí la razón por la cual cuando un artista usa otros cánones o parámetros su obra suele ser rechazada por sus contemporáneos hasta que la distancia histórica permite mirar la obra sin tantos miramientos pertenecientes a una época determinada. Pero los que usan parámetros sociales de belleza son pacatos, estúpidos, y prejuiciosos. Y suelen ser críticos del arte. No siempre la obra de un artista puede ser universal, puesto que tal vez su creación no apele al gusto de todos. Del mismo modo, hay mujeres que son hermosas para algunos, y lindas meramente para otros, mientras que para unos terceros son normales, o feas. ¿Esto significa que no existe la belleza? No. Simplemente significa que la belleza es graduable, y que puede ser percibida de distinto modo por los distintos individuos.

En fin, creo que nadie mejor que vos para responder, agregar, iluminar, disertar y redondear este cúmulo de interrogantes.

Cómo se nota que no conocés a mucha gente... jajaja.

Un beso amiga.

Otro beso para vos.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Parábola del Sembrador

Evangelio según San Lucas 8,4-15.
Como se reunía una gran multitud y acudía a Jesús gente de todas las ciudades, él les dijo, valiéndose de una parábola: "El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del cielo. Otra parte cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de humedad. Otra cayó entre las espinas, y estas, brotando al mismo tiempo, la ahogaron. Otra parte cayó en tierra fértil, brotó y produjo fruto al ciento por uno". Y una vez que dijo esto, exclamó: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!". Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola, y Jesús les dijo: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás, en cambio, se les habla en parábolas, para que miren sin ver y oigan sin comprender. La parábola quiere decir esto: La semilla es la Palabra de Dios. Los que están al borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el demonio y arrebata la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los que están sobre las piedras son los que reciben la Palabra con alegría, apenas la oyen; pero no tienen raíces: creen por un tiempo, y en el momento de la tentación se vuelven atrás. Lo que cayó entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su constancia.

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Hola, Ro, este es el evangelio del sábado y del domingo. Quería que lo leas, porque habla de la Palabra de Dios.

La Palabra es el mismo Jesús, eso es lo que se entiende comúnmente, porque Cristo es Dios y fue enviado por el Padre y es quien nos lo da a conocer. En el Evangelio según San Juan, lo primero que se lee es que la Palabra es Dios. San Juan es el más místico de los tres evangelistas, eso se supone que refleja el carácter de la comunidad del evangelista, que creo que estaba en Asia Menor. El Evangelio según Mateo, en cambio, fue escrito para la comunidad judía, y por eso pone el acento en señalar que Cristo es el cumplimiento de las promesas hechas en el Antiguo Testamento, que es la Nueva Alianza que viene a renoviar la vieja. El Evangelio de San Marcos fue el más antiguo y lo escribió un colaborador de Pedro, en Roma. Se acentúa en el carácter divino de Jesús, es muy corto. Y el Evangelio según San Lucas fue escrito para los paganos, por eso lo muestra a Jesús más como un hombre igual a todos, pero siendo a la vez Dios. Es el que cuenta sobre la infancia de Jesús, y es el más didáctico de todos porque no supone ningún tipo de conocimiento previo.

Esto lo sé por leer un libro del Padre Rivas, pero no me acuerdo el nombre y no lo tengo en casa, lo tuve que leer para Teología I, en la facultad.

La parábola es una de las muchas que aparecen en el Evangelio, porque Jesús enseñaba de ese modo a la gente, cuando hablaba y explicaba (era Maestro, rabbí en hebreo, un título que hasta los fariseos le daban, para que te dés una idea. Eso hablaba de lo grosso que era Jesús enseñando) lo hacía con parábolas, ya que así todo el mundo podía entender, al menos la parte del mensaje más difícil la hacía cercana al entendimiento de todos. Él le predicaba a todo el mundo, a la gente sencilla y a la no tan sencilla, pero de ese modo, hablando de cosas cotidianas, todo el mundo podía comprender, si lo meditaba en su corazón. Pero después, a los discípulos los llevaba aparte y se las explicaba mejor. Porque serían ellos los que después tendrían que explicarle al resto.

Esta parábola está explicada según el mismo Jesús se las explicó a los discípulos. Y habla de las distintas actitudes que puede haber frente al Evangelio. Y si lo pensás, vas a poder ver que es así como lo describió Jesús. Y el mensaje último es fundamental: que hay que escuchar con el corazón bien dispuesto, sin prejuicios, y retener la Palabra de Dios o meditarla, y actuar en consecuencia, o dar fruto.

Te mando un beso, espero que hayas disfrutado de su Palabra, y espero, como siempre, algún comentario.

domingo, 13 de septiembre de 2009

La fe y las obras

Hoy en misa (si llegás a ir, claro) vas a poder escuchar este cachito de la epístola de Santiago.

Epístola de Santiago 2,14-18.
¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo? ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice: "Vayan en paz, caliéntense y coman", y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta. Sin embargo, alguien puede objetar: "Uno tiene la fe y otro, las obras". A ese habría que responderle: "Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras, te demostraré mi fe"

Al ller esto, me pregunto si yo estoy haciendo lo suficiente, si mi vida está de acuerdo con lo que creo, y me doy cuenta de que no es así, no del todo. Mi fe puede ser muy grande, pero me falta aún más, porque no hago todo lo que podría hacer por los demás. Siempre hay algo que se puede hacer, un poco más. Por ejemplo, este fin de semana es la colecta nacional de cáritas "más por menos". Yo voy a dar algo, pero sé que lo que doy, aunque es bastante, es ínfimo en comparación con lo que podría dar. Porque "dar" no es sólo dar dinero. Hay gente que está muy sola, y necesita compañía. Hay tanta gente realmente sola en este mundo, que no tiene hermanos, ni hermanas, ni hijos, ni ningún familiar a quien ame... Te sorprendería la cantidad de gente que está sola. El otro día, hace dos semanas más o menos, me encontré en el subte con un hombre que tendría tal vez cerca de 60 años, que se puso a hablar conmigo mientras esperábamos que el subte se despueble un poco, porque yo, estando embarazada, no podía meterme en ese vagón transportador de sardinas humanas que es el subte en hora pico, y él, habiendo encontrado a alguien con quien hablar, supongo que quiso prolongarlo un rato. Era un hombre muy amable, y tan, pero tan solo... me partió el corazón. Porque en un momento de la charla, me dijo "Yo tampoco tengo apuro, señora; no tengo a nadie que me espere en casa". Y pensé en todas las largas horas que le esperaban, solo, hasta que volviera a encontrarse con alguien al dái siguiente en el trabajo. Y me hubiera gustado hacer más por él, ser más que amable y escucharlo y compartir más de 15 minutos, pero ¿cómo se hace eso? ¿Cómo se concreta, sin parecer una loca y sin arriesgar la propia seguridad? Si yo hubiera tenido más fe, algo se me habría ocurrido. Si realmente lo hubiera querido. Pero me quedé en el medio, ni chicha ni limonada. Y no te puedo decir que no recé por ese hombre, pero sé que ese hombre merece de mí mucho más que una oración. ¿Se entiende?

A mí me gustaría que me trates de explicar en qué creés vos, si creés en Jesús, si te parece que él pudo haber sido el Hijo de Dios, el Mesías, ése que fue enviado para salvarnos.